Nueva normativa: Plan de Prevención de Pérdidas y Desperdicios Alimentarios
¿Está tu empresa preparada?
El pasado 2 de enero entró en vigor la Ley de Desperdicio Alimentario, que exige a todos los agentes de la cadena alimentaria implementar un Plan de Prevención de Pérdidas y Desperdicios Alimentarios. Esta normativa representa un paso crucial hacia la sostenibilidad, promoviendo un uso más eficiente de los alimentos y minimizando el desperdicio en todas las etapas del proceso productivo.
¿Cuáles son las claves de esta ley?
Las empresas alimentarias, incluidas aquellas del sector de hostelería y restauración como bares, tabernas, cafeterías y restaurantes, deben trabajar en los siguientes aspectos clave:
Obligaciones generales
- Implementar un plan de prevención de pérdidas y desperdicio basado en una jerarquía de prioridades que incluye la donación, la transformación para consumo humano, la alimentación animal, el uso industrial y el reciclaje.
- Colaborar con las administraciones públicas para cuantificar los residuos alimentarios y reportar datos de pérdidas y desperdicio.
Fomento de la donación
- Establecer acuerdos con entidades sociales para donar excedentes alimentarios, priorizando el consumo humano.
Impacto en la hostelería y restauración
- Ofrecer a los clientes la posibilidad de llevarse los alimentos no consumidos sin coste adicional (excepto en bufés libres), utilizando envases gratuitos, preferiblemente reutilizables o reciclables.
- Transformar los productos no vendidos pero aptos para el consumo humano en otros productos alternativos como zumos o mermeladas.
- Derivar el excedente a la alimentación animal o la fabricación de piensos dentro del marco regulatorio correspondiente, en particular la Orden APM/189/2018, de 20 de febrero.
- Utilizar los alimentos como subproductos en otras industrias.
- En caso de no ser aptos para consumo, destinarlos al reciclaje para la obtención de compost de alta calidad que beneficie los suelos.
- Cuando no sea posible lo anterior, optar por la valorización energética mediante la obtención de biogás o combustibles.
Educación y sensibilización
- Formar y concienciar a empleados, consumidores y otros agentes sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos.
Régimen sancionador
- Se establece un marco de infracciones y sanciones para garantizar el cumplimiento de las obligaciones establecidas por la ley.
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